viernes, 10 de septiembre de 2021

Voto obligatorio

 


 Durante esta semana, el Senado aprobó en términos generales la reinstauración del voto obligatorio, poco más de una década después de su implementación. Curiosamente, en el momento de su aprobación en 2009, se emplearon los mismos términos que se utilizan hoy en día: fortalecer, modernizar y mejorar "nuestra democracia". Sin embargo, es evidente que detrás de estos conceptos había consideraciones políticas calculadas. En ese entonces, la Concertación entendía que gran parte de los no inscritos podrían inclinarse hacia la izquierda, lo que impulsó su respaldo a la inscripción automática. Por otro lado, la Alianza comprendía la tendencia de su electorado a votar de forma voluntaria. En el contexto actual, el fracaso electoral de ambos bloques y el estado fluido de la política chilena los lleva a considerar que el retorno al voto obligatorio podría influir favorablemente en sus resultados electorales.


No obstante, no se ha demostrado empíricamente que el voto obligatorio o voluntario tenga un impacto positivo en la participación electoral ni en la integración de los partidos políticos en la sociedad. Los países que han adoptado uno u otro enfoque han obtenido resultados diversos. En Chile, la abstención es endémica tanto con voto voluntario como sin él, a excepción del plebiscito de 1988. Nunca antes la población ha concurrido de manera masiva a las urnas. En la última elección con voto obligatorio, solo el 41% de las personas en edad de votar participaron.


La opción del voto obligatorio representa una solución rápida y directa. Sin embargo, existe un enfoque más abarcador: abordar la reforma del sistema de partidos, establecer mecanismos de participación vinculantes, promover la educación ciudadana en entornos escolares y no escolares, fomentar la participación política temprana (como el voto juvenil) y empoderar a la sociedad civil, entre otras medidas. Con un aire de melancolía, los mismos actores de siempre parecen creer que el voto obligatorio los transportará de vuelta a la época de transición, con la esperanza de revivir sus figuras políticas en declive.

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