domingo, 28 de febrero de 2021

¿Conflicto?

 A mediados del siglo XIX, el mundo se encontraba en pleno apogeo de la Revolución Industrial. De la mano de la ciencia y la tecnología se ampliaba la idea de progreso, la burguesía se consolidaba como clase hegemónica, las repúblicas remplazaban a las monarquías, el liberalismo económico acababa con el mercantilismo y desaparecía eso que lo que los europeos conocían como Antiguo Régimen. En ese contexto, los hacendados del valle central de Chile vieron la necesidad de ampliar la frontera agrícola nacional para satisfacer la demanda de un mercado cada vez más global y el Estado dispuso de la fuerza militar para ese objetivo: esto es lo que conocemos como ocupación de la Araucanía. En el momento de la invasión militar, el pueblo mapuche gozaba de autonomía política y territorial, además de una prosperidad económica derivada de la ganadería, en contacto con el puelmapu, y de la propiedad colectiva de la tierra. Una vez terminada la invasión, la prosperidad y la autonomía dieron paso al empobrecimiento, a la propiedad individual y al control por parte del Estado de Chile, que se asumió con puño de hierro por el Cuerpo de Gendarmes de la Colonia con hombres como Hernán Trizano.

A 150 años del comienzo de la ocupación chilena de la Araucanía, la mayoría de las comunas más pobres del país se encuentran en la zona de la frontera y existe una estrecha relación entre la expansión de la industria forestal y la creación de verdaderos bolsones de pobreza. A esto se suma la alta presencia policial, una historia reciente de allanamientos, asesinatos y vulneración de derechos, eventos que hacen de la Araucanía un caldo de cultivo para el mal llamado “conflicto mapuche”.

En el mundo actual, los conflictos étnico-nacionales son más una regla que una excepción, puesto que en la conformación de Estado-nación no siempre se consideraron las fronteras étnico-culturales: no son pocos los grupos nacionales que reclaman autonomía o espacios de poder dentro de la sociedad mayoritaria, con mayor o menor éxito en los diferentes continentes. En ninguno de estos conflictos ha estado ausente la violencia, pero la presencia de esta en diferentes grados no ha ocultado la legitimidad de las demandas históricas. En Chile, en cambio, se ha optado por invisibilizar y anular las demandas del principal pueblo originario del país mediante un racismo estatal que ha instalado el discurso del “mapuche bueno” –el individuo que vive tranquilo en su comunidad– y el “mapuche malo” –el que asume la lucha territorial –, transformando un profundo problema histórico-político en uno de seguridad pública que se soluciona a través del aumento del contingente policial, la coordinación del trabajo de inteligencia y el fortalecimiento de las leyes para la lucha contra el “terrorismo”.  El supuesto acuerdo nacional entrega mayor poder a las policías y a los fiscales, el problema es que el único poder que debiera ser fortalecido es el dialogo, que, como siempre, ha estado ausente. 


Felipe Manríquez P
Profesor Educación Ciudadana

sábado, 6 de febrero de 2021

¿Por qué refundar carabineros ?

 

En mayo del 2020 el arresto y asesinato de George Floyd por la policía de Minneapolis resucitó el movimiento Black Lives Matter, que en español significa las vidas negras importan. Como en aquella noche en Estados Unidos, este viernes ardía en llama la municipalidad y otras oficinas de Panguipulli por el asesinato de un joven malabarista a manos de un carabinero, no era negro, es peor era pobre y ser pobre en Chile es sinónimo de sospecha.

 Carabineros de Chile declara en su doctrina que aspiran a lo que es bueno, justo y correcto, declaración que contrasta con la historia institucional, ya que desde su fundación por Carlos Ibañez del Campo lo justo y lo correcto es lo que ha dictado el poder político por lo ha actuado en muchas ocasiones como una verdadera policía política.

A siete años de su fundación en 1931 cinco muertos en la FOCH, cientos de muertos en Raquil 1934, en 1946 en la Plaza Bulnes seis obreros asesinados entre ellos Ramona Parra, durante la dictadura son innumerables los hechos en los que tuvo participación carabineros desde el caso degollados hasta los hermanos Vergara; en los gobiernos de la Concertación cientos de allanamientos y asesinatos de jóvenes mapuche como Alex Lemún y Camilo Catrillanca, la desaparición de José Huenante en Puerto Montt, cuatro muertes comprobadas en el estallido social y cientos de mutilaciones oculares, hasta llegar a la muerte del joven Francisco Martinez este viernes. Todos estos solo ejemplos de una larga listas de hechos en los cuales tuvo participación comprobada el cuerpo de Carabineros de Chile, si le sumamos los casos de corrupción como el conocido Pacogate, asociación ilícita, falsificación de instrumento público y obstrucción a la investigación de la Operación Huracán. Por todo lo planteado es razonable pensar en la transformación a una policía más democrática como parte de un nuevo trato y nuevos tiempos en el marco de la nueva Constitución.

Somos

 Somos piel, hueso y carne; piel que siente, pero que se irrita huesos que resisten, pero se fracturan carne que sangra y que se pudre al mi...